Un problema que afecta a muchas familias en Honduras es la violencia doméstica. Este problema es parte de la cultura hondureña y es aceptado silenciosamente por la iglesia, la comunidad y la policía. En 1999, PAG comenzó el proceso de acompañar a las víctimas para defender sus derechos.
Inicialmente, el programa proporcionó orientación legal para mejorar la capacidad de las mujeres y la sociedad civil para responder y manejar los problemas de violencia doméstica. Ahora, el Programa Deborah ha ampliado su alcance de trabajo, centrándose también en la promoción y defensa de los derechos humanos de los grupos vulnerables de personas (mujeres, niños, niñas y jóvenes, personas con VIH, adultos mayores y otros grupos desfavorecidos).
El Programa Deborah fortalece las capacidades de las organizaciones de la sociedad civil, los gobiernos locales y los operadores de justicia para garantizar que se aplique la justicia y que se protejan los derechos humanos.